Optimistas y pesimistas
En los pasillos de la Escuela, los chicos nos acercan textos que han elegido para que aparezcan en la revista. A veces, son textos escritos por ellos mismos, otras, textos que les han gustado y quieren compartir con sus compañeros. En este caso, Rocío, de 3°C.N.T.T. nos regaló estas palabras de los actores Alejandro Orlando y Pedro Paiva:
La vida, esa cosa tan extraña y tan desconocida,
se reparte entre los seres pesimistas y optimistas.
El pesimista es un ser pesado, de peso específico.
He aquí una definición: el peso en sí mismo, pe-si-mismo; ¿qué le queda?
Opta por ser tú mismo: opti-mismo.
La vida se reparte entre los pesimistas y los optimistas.
Yo soy optimista, ¿qué voy a hacer?
No siento pertenecer a una especie en extinción o a punto de desaparecer; no siento ser.
Estamos sí un poquito más enfermos.
Es que nadie da salud, nadie salud-da.
Demos salud, salud-demos:
-Hola, mi semejante, te doy salud, ¿tú me saludas?
Estamos sí un poquito más tristes...faltos de amor.
Novio es el que no-vio.
Las amadas se convierten en esposas.
Llevamos alianzas en el dedo anular...he dicho anular!
Y nos casamos, recíprocamente, bajo el ritual del casa-miento.
Y así no es fácil hablar de amor.
Que el amado sea una especie de sí-vio.
Que las amadas nos liberen de las esposas.
Que llevemos alianzas en el dedo anhelar.
Y si nos casamos, amorosamente,
lo hagamos bajo el ritual del casa-cierto.
Yo soy optimista, ¿qué voy a hacer?
Voy a hacer lo que hay que hacer:
Voy a salud-dar un poquito más;
voy a hablar incorrectamente nuestro idioma.
Habemos en el mundo seres indiferentes,
gente enferma, triste gente...
Pero es tan diferente.
En los pasillos de la Escuela, los chicos nos acercan textos que han elegido para que aparezcan en la revista. A veces, son textos escritos por ellos mismos, otras, textos que les han gustado y quieren compartir con sus compañeros. En este caso, Rocío, de 3°C.N.T.T. nos regaló estas palabras de los actores Alejandro Orlando y Pedro Paiva:
La vida, esa cosa tan extraña y tan desconocida,
se reparte entre los seres pesimistas y optimistas.
El pesimista es un ser pesado, de peso específico.
He aquí una definición: el peso en sí mismo, pe-si-mismo; ¿qué le queda?
Opta por ser tú mismo: opti-mismo.
La vida se reparte entre los pesimistas y los optimistas.
Yo soy optimista, ¿qué voy a hacer?
No siento pertenecer a una especie en extinción o a punto de desaparecer; no siento ser.
Estamos sí un poquito más enfermos.
Es que nadie da salud, nadie salud-da.
Demos salud, salud-demos:
-Hola, mi semejante, te doy salud, ¿tú me saludas?
Estamos sí un poquito más tristes...faltos de amor.
Novio es el que no-vio.
Las amadas se convierten en esposas.
Llevamos alianzas en el dedo anular...he dicho anular!
Y nos casamos, recíprocamente, bajo el ritual del casa-miento.
Y así no es fácil hablar de amor.
Que el amado sea una especie de sí-vio.
Que las amadas nos liberen de las esposas.
Que llevemos alianzas en el dedo anhelar.
Y si nos casamos, amorosamente,
lo hagamos bajo el ritual del casa-cierto.
Yo soy optimista, ¿qué voy a hacer?
Voy a hacer lo que hay que hacer:
Voy a salud-dar un poquito más;
voy a hablar incorrectamente nuestro idioma.
Habemos en el mundo seres indiferentes,
gente enferma, triste gente...
Pero es tan diferente.
Pedro Paiva y Alejandro Orlando (Los Modernos)
0 comentarios:
Publicar un comentario