El monólgo publicado corresponde a la reescritura del episodio de la persecución del Cholo en el cuento "Orden jerárquico" de Eduardo Goligorsky.
Monólogo por Juan Ciano de 1°1era. C.N.T.M.
"Ha sido un día muy largo...- dijo el Cholo suspirando. Generalmente mi vida es muy monótona: siempre la misma rutina, siempre en búsqueda de la moneda del día.Pero hoy no.
Me involucro con gente rara, de pocas palabras y mucha acción. Me habían encargado eliminar al Chino, el tranza del barrio y habiéndome ofrecido tal cantidad de dinero no me pude resistir... Días después, andaba con los bolsillos llenos de guita, dispuesto a darme todos los gustos que en mi vida miserable pocas veces podía...

El monólgo publicado corresponde a la reescritura del episodio de la persecución del Cholo en el cuento "Orden jerárquico" de Eduardo Goligorsky.
Monólogo por Juan Ciano de 1°1era. C.N.T.M.
"Ha sido un día muy largo...- dijo el Cholo suspirando. Generalmente mi vida es muy monótona: siempre la misma rutina, siempre en búsqueda de la moneda del día.Pero hoy no.
Me involucro con gente rara, de pocas palabras y mucha acción. Me habían encargado eliminar al Chino, el tranza del barrio y habiéndome ofrecido tal cantidad de dinero no me pude resistir... Días después, andaba con los bolsillos llenos de guita, dispuesto a darme todos los gustos que en mi vida miserable pocas veces podía...
Caminé lentamente por la 25, me sentía un dios. Nunca me me imaginé como se sentiría uno con dinero, o quizás con tanto. Ya había realizado este tipo de trabajo,recuerdo cuando por encargo eliminé al barbudo. Esa fue una gran hazaña por lo dificultosa y dura que fue mi lucha con él. Pero esta no se le comparaba y no quizás por el hecho en sí sino por el dinero que había ganado...
En fin...iba caminado por la 25 y entré en un piringundín as tomarme unas copas y a matar las penas de una semana larga junto a las bellas mujeres. A ellas parece gustarles ese manoseo provocativo e insistente- reflexionó el Cholo. Aunque no todo era tan perfecto y excitante como parecía. Había un hombre alto, calvo y bien vestido como desentonando al contexto y lugar. Con un rostro cansado y perturbado por lo que veía, como si no pudiera creer lo que veía. Me miraba con una mirada penetrante como haciéndome un chequeo insistente, pero no le di importancia, quizá era solo envidia de lo que veía. Me sentía poderoso-dijo con aire ganador.Ya estaba muy alcoholizado como para prestarle la debida atención...
Salí nuevamente rumbo a la calle deslizándome por la vereda. Caminaba despacio tratando de no perder el equilibrio. Y ahí estaba él. El hombre de traje, alto y fornido. Venía hacia mí. Doblé en la primera esquina y apareció al paso. Me metí por el callejón San Juan y encaré por la Corrientes. Miré hacia todos lados, no había nadie, lo había perdido...
Seguí caminando tranquilo sin preocuparme( quizá la idea de una persecución es solo un presentimiento)- pensó tranquilo y normalizando su respiración. La noche se comenzaba a enfriar, la niebla inundaba las calles y comencé a sentir que mi poder iba desapareciendo. Seguí sin rumbo, como quien dice a donde me lleve el viento.
Sin esperar y de repente, los pasos cada vez más cerca de mí. Esta vez no era una ilusión o un efecto del alcohol. Desenvainé el cuchillo justo cuando se detuvieron. Intenté ver tras la niebla y visualicé una sombra. Con gran esfuerzo distinguí a la hombre del boliche, el hombre de la calle, mi ilusión no era tal.Pero eso fue lo último que vi, oí un ruido seco y fuerte y dejé de oír, dejé de ver, dejé de sentir... y solo pensaba en una cosa...en ese hombre alto y fornido de traje, en él. En la mano derecha del Doctor..."
Monólogo por Juan Ciano de 1°1era. C.N.T.M.
"Ha sido un día muy largo...- dijo el Cholo suspirando. Generalmente mi vida es muy monótona: siempre la misma rutina, siempre en búsqueda de la moneda del día.Pero hoy no.
Me involucro con gente rara, de pocas palabras y mucha acción. Me habían encargado eliminar al Chino, el tranza del barrio y habiéndome ofrecido tal cantidad de dinero no me pude resistir... Días después, andaba con los bolsillos llenos de guita, dispuesto a darme todos los gustos que en mi vida miserable pocas veces podía...

El monólgo publicado corresponde a la reescritura del episodio de la persecución del Cholo en el cuento "Orden jerárquico" de Eduardo Goligorsky.
Monólogo por Juan Ciano de 1°1era. C.N.T.M.
"Ha sido un día muy largo...- dijo el Cholo suspirando. Generalmente mi vida es muy monótona: siempre la misma rutina, siempre en búsqueda de la moneda del día.Pero hoy no.
Me involucro con gente rara, de pocas palabras y mucha acción. Me habían encargado eliminar al Chino, el tranza del barrio y habiéndome ofrecido tal cantidad de dinero no me pude resistir... Días después, andaba con los bolsillos llenos de guita, dispuesto a darme todos los gustos que en mi vida miserable pocas veces podía...
Caminé lentamente por la 25, me sentía un dios. Nunca me me imaginé como se sentiría uno con dinero, o quizás con tanto. Ya había realizado este tipo de trabajo,recuerdo cuando por encargo eliminé al barbudo. Esa fue una gran hazaña por lo dificultosa y dura que fue mi lucha con él. Pero esta no se le comparaba y no quizás por el hecho en sí sino por el dinero que había ganado...
En fin...iba caminado por la 25 y entré en un piringundín as tomarme unas copas y a matar las penas de una semana larga junto a las bellas mujeres. A ellas parece gustarles ese manoseo provocativo e insistente- reflexionó el Cholo. Aunque no todo era tan perfecto y excitante como parecía. Había un hombre alto, calvo y bien vestido como desentonando al contexto y lugar. Con un rostro cansado y perturbado por lo que veía, como si no pudiera creer lo que veía. Me miraba con una mirada penetrante como haciéndome un chequeo insistente, pero no le di importancia, quizá era solo envidia de lo que veía. Me sentía poderoso-dijo con aire ganador.Ya estaba muy alcoholizado como para prestarle la debida atención...
Salí nuevamente rumbo a la calle deslizándome por la vereda. Caminaba despacio tratando de no perder el equilibrio. Y ahí estaba él. El hombre de traje, alto y fornido. Venía hacia mí. Doblé en la primera esquina y apareció al paso. Me metí por el callejón San Juan y encaré por la Corrientes. Miré hacia todos lados, no había nadie, lo había perdido...
Seguí caminando tranquilo sin preocuparme( quizá la idea de una persecución es solo un presentimiento)- pensó tranquilo y normalizando su respiración. La noche se comenzaba a enfriar, la niebla inundaba las calles y comencé a sentir que mi poder iba desapareciendo. Seguí sin rumbo, como quien dice a donde me lleve el viento.
Sin esperar y de repente, los pasos cada vez más cerca de mí. Esta vez no era una ilusión o un efecto del alcohol. Desenvainé el cuchillo justo cuando se detuvieron. Intenté ver tras la niebla y visualicé una sombra. Con gran esfuerzo distinguí a la hombre del boliche, el hombre de la calle, mi ilusión no era tal.Pero eso fue lo último que vi, oí un ruido seco y fuerte y dejé de oír, dejé de ver, dejé de sentir... y solo pensaba en una cosa...en ese hombre alto y fornido de traje, en él. En la mano derecha del Doctor..."
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