
También la memoria es una forma de deriva. Fluir del pensamiento hacia el pasado, como un ejercicio necesario de permanencia. De ese derivar surgió, posiblemente, "Memorias de un carrero patagónico"
La obra se compone de dieciséis relatos, en los que se conjugan humor, dramatismo y una admirable aptitud de observación. Abeijón registra paisajes y personajes con acabada maestría. Así, recobran, toman vida, tipos como el nutriador o los carreros o el tumbiador: "Sin mucho apuro llega en ese momento un jinete, que se baja del caballo sin pedir permiso, pero antes de que se lo cedan (...) Anda siempre en busca de trabajo, pero nunca lo encuentra por su gran habilidad en esquivarle: de llegar a un puesto o estancia, por disimuladas averiguaciones hechas de antemano, ya sabe que en ese lugar no necesitan a nadie para trabajar" ( de El Tumbiador).
Abeijón narra y describe la propia memoria, y construye a la vez una imagen de la Patagonia a partir de los personajes que la recorren; hay un ánimo itinerante en su escritura, ya desde el planteo del titulo -el autor fue carrero- y quizás, también, la noción legada y por legar de que es esta una tierra que se escribe en movimiento.
La fuente de los relatos es la "charla de los carreros en el fogón": la necesaria pausa en el tránsito impone, entonces, el surgimiento del relato: "Se impacientan los carreros ante la posibilidad de una prolongada permanencia de la corriente crecida producto de un invierno que fue nevador, sin deshielos prematuros, y aburren los días de paro forzoso, que transcurren entre charlas y mentiras de fogón".
Abeijón rememora y muestra,desde el recuerdo, una época. En su relato no falta,tampoco, la fina ironía del que denuncia: "También el chulenguiador tiene tropiezos en su oficio. El más temido por ellos es el policía ventajero que, obedeciendo a las denuncias de los dueños de los campos o a sus apremios financieros motivados por sus "farras" o sus familias numerosas, se presenta de improviso en el campamento del "chulenguiador". Casi por regla general, la presentación del policía se produce cuando ya la "campaña" del chulenguiador está casi al final o sea cuando ya tiene un buen número de pieles acumuladas en su campamento".
La memoria de Abeijón abre caminos, como las huellas de los carros. Huellas que nos permiten transitar la inmensidad y sus presencias.
Fuente: Tela de Rayón, Suple del 8/08/08
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