En Cultura y Estética Contemporánea el alumno Gastón David Rodal 2º2ª Economía, presentó un texto expositivo sobre este interesante artista argentino.
Trabajo de arte de Cultura y Estética Contemporánea
Alumno: Gastón David Rodal 2º2ª Economía
Profesor: Fernando Torres
Florencio Molina Campos nació en Buenos Aires el 21 de Agosto de 1891.
Era hijo de Florencio Molina Salas y de Josefina del Corazón de Jesús Campos y Campos.
En 1926, Florencio Molina Campos -a instancias de sus amigos y aprovechando que sus antepasados eran socios fundadores y él había sido empleado y en ese entonces ya era socio- presentó su primera exposición en el Galpón de Palermo de la Sociedad Rural Argentina. Su muestra fue visitada por el Presidente de la Nación, Marcelo T. De Alvear, quien se convirtió en ferviente admirador de su obra y lo premió otorgándole una cátedra en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda.
Admirador del Molina Campos, Walt Disney lo contrató para varias películas pero el resultado de esta asociación no le gusto porque veía que el gaucho Argentino se disolvía en si mismo.
Desde 1931 a 1944 pintó los almanaques para la firma Alpargatas que conforman lo más importante de su obra. Los almanaques los pintaba al agua acuarelas o temperas- con también lápiz y tintas-.
La obra de Molina Campos nace cuando era niño y que vio gauchos, hombres con estrellas de hierro en los talones y reuniones alrededor del fuego.
El artista quedó marcado por aquello que vivía y tanto le gustaba.
Registró gráficamente como ningún otro y con una precisión admirable, el mundo, las tareas, las circunstancias, y las intimidades de los hombres de campo argentinos de esa época sin darle grandes heroísmos ni formidables virtudes patrióticas.
Sus personajes son los modestos hombres de campo en sus tareas más cotidianas y reiteradas.
Las ropas que les pintaban eran alpargatas, boina, bombacha, camiseta, chiripa que eran las más utilizadas del momento, los personajes que utilizaba eran muchísimos desde: mujeres jóvenes y viejas, mozos y ancianos, negros y niños.
No tuvo una visión comercial de lo que hacía. Pintaba porque le gustaba pintar. Cuando por la guerra no entraba al país papel canson que utilizaba, pintó sobre cajas de ravioles, cuyo material reunía buenas cualidades como soporte de su arte. Jamás proyectó su obra a futuro. Vendía sus pinturas, sí, pero a precios sumamente módicos para la época, que sólo le permitieron vivir decorosamente. Pintó infinidad de cuadros, probando con diversas técnicas.
El 16 de noviembre de 1959, superado por una enfermedad terminal luego de una infructuosa operación, Florencio Molina Campos murió en Buenos Aires. Sus restos permanecieron en la bóveda familiar de la Recoleta hasta que, en la década del 70, fueron trasladados a instancias de Elvirita al Cementerio de Moreno, en donde permanecen.
Acerca de este trabajo puedo decir que una de las cosas que no sabia sobre el era sobre su hijo. Decidí realizar este trabajo sobre Florencio Molina Campos por que recordé de años anteriores la gran técnica que demuestra en el dibujo y todo lo que puede decir con esas pinturas. Además de la fama que adquirió esta persona con el hecho de dibujar gauchos y todo el contexto que hay dentro de ello.
Trabajo de arte de Cultura y Estética Contemporánea
Alumno: Gastón David Rodal 2º2ª Economía
Profesor: Fernando Torres
Florencio Molina Campos nació en Buenos Aires el 21 de Agosto de 1891.
Era hijo de Florencio Molina Salas y de Josefina del Corazón de Jesús Campos y Campos.

Admirador del Molina Campos, Walt Disney lo contrató para varias películas pero el resultado de esta asociación no le gusto porque veía que el gaucho Argentino se disolvía en si mismo.
Desde 1931 a 1944 pintó los almanaques para la firma Alpargatas que conforman lo más importante de su obra. Los almanaques los pintaba al agua acuarelas o temperas- con también lápiz y tintas-.

El artista quedó marcado por aquello que vivía y tanto le gustaba.
Registró gráficamente como ningún otro y con una precisión admirable, el mundo, las tareas, las circunstancias, y las intimidades de los hombres de campo argentinos de esa época sin darle grandes heroísmos ni formidables virtudes patrióticas.
Sus personajes son los modestos hombres de campo en sus tareas más cotidianas y reiteradas.
Las ropas que les pintaban eran alpargatas, boina, bombacha, camiseta, chiripa que eran las más utilizadas del momento, los personajes que utilizaba eran muchísimos desde: mujeres jóvenes y viejas, mozos y ancianos, negros y niños.
No tuvo una visión comercial de lo que hacía. Pintaba porque le gustaba pintar. Cuando por la guerra no entraba al país papel canson que utilizaba, pintó sobre cajas de ravioles, cuyo material reunía buenas cualidades como soporte de su arte. Jamás proyectó su obra a futuro. Vendía sus pinturas, sí, pero a precios sumamente módicos para la época, que sólo le permitieron vivir decorosamente. Pintó infinidad de cuadros, probando con diversas técnicas.

El 16 de noviembre de 1959, superado por una enfermedad terminal luego de una infructuosa operación, Florencio Molina Campos murió en Buenos Aires. Sus restos permanecieron en la bóveda familiar de la Recoleta hasta que, en la década del 70, fueron trasladados a instancias de Elvirita al Cementerio de Moreno, en donde permanecen.
Acerca de este trabajo puedo decir que una de las cosas que no sabia sobre el era sobre su hijo. Decidí realizar este trabajo sobre Florencio Molina Campos por que recordé de años anteriores la gran técnica que demuestra en el dibujo y todo lo que puede decir con esas pinturas. Además de la fama que adquirió esta persona con el hecho de dibujar gauchos y todo el contexto que hay dentro de ello.
Gastón David Rodal
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