Poetas del mundo: Pablo Neruda

Pablo Neruda (1904-1973)

Nació en un pueblo del sur de Chile llamado Parral. Su verdadero nombre era: Neftalí Ricardo Reyes Basoalto. Pero, a los 16 años adopta definitivamente el seudónimo de Pablo Neruda, para sus publicaciones.El primer nombre lo adopta porque le gustaba como sonaba y el apellido lo utiliza porque era el de un escritor checo a quien Neruda admiraba. Es considerado uno de los poetas en lengua española más importante del siglo XX.Y entre los premios que ganó se destaca el Premio Nobel de Literatura que obtuvo en el año 1971.
Su obra más conocida es "Veinte poemas de amor y una canción desesperada." El siguiente texto pertenece a dicha obra.

POEMA 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
Emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposas de sueño, te pareces a mi alma,
Y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Un poema de Pablo Neruda citado por Antonio Skármeta en su novela "Ardiente Paciencia"

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Soneto XXVII

Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.