por Marcelo Gauna, 9°3°
La música es, según la Real Academia Española, el “Arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, o tristemente”.

por Marcelo Gauna, 9°3°
La música es, según la Real Academia Española, el “Arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, o tristemente”.
Esa es la posición metódica de la música, pero ya todos sabemos que la divergencia de estilos, o filos, de música, así como bandas, cantantes y artistas, crea una serie de diferencias entre unos y otros las cuales llegan a ser utilizadas como puntos de discriminación descalificativa.
Ya sea fanáticos, seguidores o simplemente personas que disfrutan, de esos estilos de música, las diferencias que suelen llevar a disputas, son SUPERFLUAS Y REDUNDANTES, por lo cuál totalmente no afectan a la intencionalidad de la música!!!
El simple hecho de que haya tal diversidad simplemente representa al ser humano y su esencia. Para explicarlo mejor, se puede decir que hay tantos tipos de música como gente en el mundo, cada una diferente de la otra y esto hace de nosotros originales, como la música. ¿Se imaginan lo aburrido que sería ver a todos 100% igual a uno solo? Lo mismo ocurre con la música, si solamente se conociera un estilo musical muchas partes de nuestra sensibilidad a la música quedarían obsoletas e innecesarias, el ser quedaría incompleto.
No es necesario escuchar y ser fan de cada tipo musical, con el solo hecho de respetar que no todos somos iguales, mejores ni peores, buenos o malos (por más que las letras de las canciones traten temas que aprueban la delincuencia, la drogadicción, el sexo, el alcohol, la discriminación, el racismo, el nazismo, entre muchísimos más), teniendo en cuenta como respeto el no descalificar, inhibir o menospreciar a aquellos seguidores de música paralela al gusto propio.
Si las bandas tienen un look identificatorio y representativo, tampoco hace a aquellos que los adoptan, por la influencia de esos artistas, “raros, extraños” o demás.
Cada quien tiene un albedrío que le permite decidir sobre sus acciones libres en cuanto a gustos, si te gusta maquillarte, sea cual sea tu genero, hazlo; si te gusta bailar, cantar y moverte por todos lados, nadie te lo puede impedir; si te gusta la tranquilidad y la serenidad, no hay quien deba frenarte y provocar reacciones adversas a tu amenidad. Lo más importante es saber que es lo que uno busca y quiere, pero eso debe estar respaldado por la no oposición al deseo ajeno, y sobre la base de esto, caminar libre y dichoso por lo que nos complace.
MARCELO GAUNA, 9°3°
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